Me pinté el pelo de azúl y me curé de la depresión

Algunas fotos de mis looks la semana pasada. Celebramos mucho porque mi suegro y Demi estaban de cumpleaños, comimos harta torta y bocaditos. A pesar de estar angustiada por los gastos de la casa y la organización disfrute mucho esos días. Estoy aprendiendo a coexistir con el caos de la ciudad, su inestabilidad. El lado brillante de las cosas es que logramos un año más de vida y me siento mejor que nunca. Decidí establecer sanos límites en todas las áreas de mi vida, volví a empezar y tengo esta sensación de cuando empezaba la universidad, frescura, emoción, ansiedad, esperanza y muchas ganas de hacer cosas. Fue un riesgo pintarme de azul, lidiar con el juicio de la sociedad, sin embargo está vez pasó todo lo contrario, fue bien aceptado y hasta elogiado. Entonces pensé, los tiempos han cambiado. 

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